Juan Alberto Belloch y la Expo2008.
La plaza del Pilar respiraba vida y actividad a las nueve menos cuarto de la mañana. Una nutrida flota de autobuses ecológicos, aún por estrenar, ponían la nota delirante en un salón de la ciudad disfrazado de Navidad.
Tras soportar estoicamente el frío matutino, la jefa de prensa nos invitó a subir; la gélida espera a las puertas del Ayuntamiento tocaba a su fin.
Pasamos a la sala de reuniones, en la cual fuimos tomando asiento alrededor de una gran mesa de roble que dominaba la estancia sin tener en cuenta alguna el protocolo. La mesa iba aderezada con unas pastitas apetecibles con las que acompañar un café que, acto inmediato, nos fue ofrecido por el jefe de catering. Sonaba todo a cortesía preelectoral.
Una vez acomodados todos, Juan Alberto Belloch hizo su entrada triunfal de una manera un tanto mediática: apretón de manos individualizado, amplia sonrisa grabada en un rostro caracterizado por unas grandes ojeras y dando, a su vez, exageradas muestras de relajación ante todos nosotros, periodistas en ciernes.
A partir de aquí comienza la rueda de prensa concedida a los estudiantes del IV Máster de Comunicación y Periodismo que organiza Heraldo de Aragón.
Juan Alberto Belloch, actual alcalde de Zaragoza desde 2003 y exministro de Justicia e Interior en la era de Felipe de González, dio inicio al acto con un speech ensayado sobre su tema favorito: la Expo 2008, a la que le gusta presentar como la lanzadera definitiva de nuestra ciudad. Nos contó lo orgulloso que estaba de ella y el motivo original de su nacimiento, que fue el de conmemorar el bicentenario de los Sitios y el centenario de la anterior exposición hispano-francesa.
Con esta estudiada entradilla, nos alejó de los temas políticos candentes, que hubieran dado más jugo debido a la proximidad electoral, provocando que las preguntas giraran en torno al tema Expo. De esta manera, salió airoso en todas las preguntas demostrando una gran serenidad e incluso, a veces, permitiéndose pinceladas humorísticas. Gran artimaña de político experimentado.
Muchas preguntas giraron en torno a la financiación de grandes proyectos y de qué manera iba a afectar a nuestro bolsillo. En el Parque fluvial o en el Plan de Riberas, tomados como ejemplos principales, la financiación iba a ser llevada a cabo en su mayoría por el Gobierno Central, mientras que Zaragoza pagaría una mínima parte.
Con la Expo como telón de fondo no veía “peligro de que se levanten en armas otros ayuntamientos” por agravio comparativo. A modo de justificación, dijo que la Expo la habíamos conseguido merecidamente por el esfuerzo y apoyo de sus ciudadanos, que “no nos la había regalado nadie”, al contrario de la de Sevilla que fue elegida para paliar las diferencias entre el norte y el sur de España.
Así, Zaragoza se convertiría en la segunda ciudad de España con más espacios verdes, sólo superada por Madrid.
“La oportunidad que tenemos ahora, no la volveremos a tener en un siglo”. El discurso estaba siendo de lo más triunfalista, el tema de ser la segunda ciudad de España en importancia salió a colación tres veces.
Tanto se iba invertir, sin subir los impuestos, en equipamientos culturales y deportivos, que daba a entender que la oferta iba a superar a la demanda y que habría que parar para que no sobraran.
Habló del gran impulso que se estaba dando a las viviendas de protección oficial, aunque con la actual financiación de los ayuntamientos, sin una nueva ley de regulación, “los pelotazos urbanísticos” seguirían siendo inevitables.
A la pregunta de qué pasaría con la Expo 2008 si no salía reelegido en las próximas elecciones de 2007, Belloch respondió con total serenidad que no habría ningún problema, ya que “ningún político es imprescindible”, y que él había dejado muy bien hechos los deberes para que la exposición siguiera con total éxito de la mano de un posible sucesor.
En cuanto a infraestructuras para minusválidos, Belloch anduvo muy rápido en responder que toda nueva obra que se realizaba en la ciudad en estos momentos estaba teniendo en cuenta este respecto, y que tomaría muy en cuenta la remodelación de la plaza de los Sitios, actualmente con graves deficiencias para los discapacitados.
Nos contó que de cara a le Expo, la problemática de los atascos iba a estar resuelta, ya que las obras estarían todas terminadas y se podría circular con mayor holgura. El único miedo que tenía era que tuviéramos mucho éxito y se produjera “un atasco de gente”.
Sobre el metro y el tranvía, el exjuez nos explicó que están en un proyecto independiente de la Expo y que serán las bases sobre las que se fundamentará su próxima legislatura.
Ahora, sólo nos cabe esperar…
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