Polémica en las Cortes por el desarrollo urbanístico
El rechazo de la iniciativa de la ley de capitalidad de Zaragoza y la creación de una entidad metropolitana, presentada ayer por Chunta aragonesista en la sesión de Cortes, volvió a sacar a la luz el conflicto por el desarrollo urbanístico entre dicho partido y el PAR.
Bizén Fuster y Javier Allué, portavoces de CHA y PAR respectivamente, volvieron a demostrar que las rencillas que existen entre sus formaciones políticas van más allá de cualquier intento por sacar una proposición adelante en las Cortes.
La propuesta de ley rechazada tenía como fin paliar los problemas de crecimiento que se estaban concitando en el área metropolitana de Zaragoza, y no permitir desarrollos que no garantizasen los equipamientos imprescindibles como disponibilidad de agua y energía suficiente.
Las peticiones sólo fueron apoyadas por CHA, mientras que PSOE y PAR votaron en contra, PP e IU se abstuvieron.
Es necesario recordar que el Ayuntamiento de Zaragoza es gobernado por una coalición PSOE-CHA, mientras que en el Gobierno de Aragón la coalición es de PSOE-PAR, circunstancias que provocan en los últimos tiempos confrontación de intereses.
Las acusaciones fueron subiendo de tono progresivamente cuando Fuster vilipendió a José Ángel Biel, presidente del PAR, denunciándole el haber puesto a La Muela, localidad donde gobiernan los aragonesistas, en el mapa de la corrupción urbanística, aprovechándose de una especulación descontrolada; Allué, a su vez, tachó a Fuster de “torpe” y le acuso de “mangoneo” en el desarollo urbanístico de la Comunidad. Acabó indicándole que no se fijara tanto en las localidades del entorno, que son de las que se ocupa el Gobierno de Aragón, “porque tiene tajo” suficiente con la de Zaragoza, donde su partido es el responsable de urbanismo.
El portavoz del PSOE, Carlos Tomás, en un tono más conciliador aunque votara en contra, argumentó que el “el foro de resolución de estos asuntos no debe ser este parlamento”. Además explicó que los equipamientos mínimos que se reclamaban para exigir nuevos desarrollos urbanísticos “han de ser de obligado cumplimiento por estricta aplicación del sentido común”, mientras que para crear la entidad metropolitana habría que atender a los municipios del entorno como medida de respeto a su autonomía municipal. Acabó su turno anunciando la presentación de una iniciativa sobre ley de capitalidad, una vez que “la la ley de régimen local se haya modificado” en el Congreso y se haya aprobado el Estatuto de Aragón, que también hace referencia a ella.
Antonio Suárez, portavoz del PP, adujo para justificar su abstención, que la propuesta no sería aprobada debido a la disputa que ambas formaciones tienen porque comparten al “mismo novio”, en este caso el PSOE. Le insistió a Fuster que la oposición hay que hacerla durante los cuatro años y no presentando inciativas a última hora de carácter “electorero”. A su juicio, para impulsar la iniciativa sería necesario el consenso entre Ayuntamiento y Gobierno de Aragón, algo que podría resolverse si el PP gobernara “en las dos instituciones”.
Adolfo Barrena, portavoz de Izquierda Unida, apostó por la abstención sosteniendo que no se podía plantear ningún desarrollo que duplicara o triplicara una población. “No se puede generar más presión de coches si no está resuelto el tema de cercanías primero”, comentó. A su vez, Barrena señaló que había que fijarse en el crecimiento desaforado de los barrios rurales.
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quiqueag -