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El Rincón

ENTREVISTA A DANIEL GASCÓN

"La literatura me ayuda a entender las razones de los demás"




Daniel Gascón (Zaragoza, 1981)  es un joven escritor
 con inquietudes en el ámbito de la traducción y del guión cinematográfico. Curtido desde muy pequeño en el mundo de la literatura –su padre es un reconocido escritor-, acaba de ser publicado su segundo libro de relatos, Fumador Pasivo (Xordica, 2006). En los cuentos de dicha obra  explora las relaciones de amor que se viven en la adolescencia, ambientados generalmente, en facultades universitarias, y relatados con gran naturalidad y soltura. Son narraciones llenas de experiencias propias ficcionalizadas. Entre sus proyectos inmediatos destacan la realización de su primera novela; la traducción del inglés de una biografía de Antón Chéjov, y un guión de la mano de Jonás Trueba.

 

¿Cómo lleva lo de ser hijo de escritor?,

 

En mi familia se respiraba literatura por todas partes y, quieras o no, eso condiciona a la hora de formarse. Mi relación con las letras se convirtió en  algo normal; algo a lo que uno recurría en sus horas libres. Mi padre es a la vez mi primer crítico y consejero, tiene unos gustos muy abiertos, y en sus aproximaciones a mis textos no intenta corregir para que cambie mi estilo, sino que lo intenta a la manera de un crítico para que trate de mejorar el mío propio.

Cuéntenos como se desarrolla su vocación.

Empecé en mi adolescencia escribiendo novelas de aventuras muy largas, ambientadas en épocas indeterminadas que nunca terminaba. Más adelante tuve una época de cinefilia intensa. Finalmente me decanté por los relatos, porque eran un terreno mucho más personal con plenos derechos para hacer y deshacer. Los guiones de cine me encantaban, pero en ellos, uno no es tan libre, ya que en su elaboración participa mucha gente y la obra se va desapegando de uno mismo.

  ¿Cuál fue el detonante para que con tan sólo 20 años se publicara su primer libro de relatos, La edad del pavo (Xordica, 2001)?

Mis obras se basan en experiencias vitales; en su hilo argumental intercalo personas que yo conozco y  a las que doy voz. La necesidad de contar historias sobre cosas que he vivido me impulsa a  hablar de la adolescencia. Sus vivencias y sus vaivenes son tan caprichosos que hacen que me motiven a convertirlo en eje central de mis relatos. Podemos decir que la literatura me ayuda a entender las razones de los demás.

 

A la hora de publicar su primera obra, ¿tuvo muchas dificultades?

 

Conocía el ambiente literario, y le mandé el manuscrito de “La edad del pavo” a Chusé Raúl Usón, fundador y propietario de la editorial Xordica. Le gustó y me lo publicó. A raíz de eso, con mi segunda obra tuve más facilidad. No se puede hablar de favoritismo, ya que Xordica es una editorial con mucho criterio, y nunca les ha temblado la mano a la hora de rechazar obras de escritores mucho más consagrados.

 

¿Nunca pensó en acudir a una editorial nacional?

 Es un proceso mucho menos rápido y más complicado. Además, tampoco influye para que la obra tenga  más eco y más lectores. Me muevo en un ámbito que se basa en el boca a boca. 

Obras que le han marcado a la hora de escribir. 

En mi primera etapa comencé con Rudyard Kypling,  R. L. Stevenson, G. G. Márquez; de este último no entendía nada en aquella época  pero me fue enganchando con el tiempo. El guardián entre el centeno de J.D. Salinger, me marcó especialmente por el momento en que lo leí: me hallaba en mi pueblo en estado febril; también Coetzee, Philiph Roth, y, generalmente, obras de iniciación y de relaciones entre adolescentes. 

Háblenos de sus proyectos futuros. 

Estoy preparando con Jonás Trueba el guión para un largometraje, a la vez  que traduzco una biografía de Chejov  y, por último,  estoy comenzando mi primera novela. 

¿Podría adelantarnos algo de ella? 

En esta ocasión prefiero ser supersticioso y optaré por no hablar nada de mi novela.

¿Influye que usted sea traductor en su estilo literario?

 

Entender la sintaxis de las oraciones me ayuda a jugar con las construcciones. Siempre me han gustado los idioma, y no creo que me empobrezca el estilo o que cometa fallos en el orden de las palabras como les pasa a otros.

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Sus obras tienen poca retórica y ornato, ¿prefiere el lenguaje del cine o el de la novela?

Me quedo con la novela. En ella, uno toma todas las decisiones; en el guión cinematográfico, este aspecto  escapa de mi control al tener que participar más personas en su elaboración. Me encanta tener una buena voz narrativa; que se le pueda dar un tono, algo parecido a una canción.

 Autores que admires.

Saul Bellow, Martínez. de Pisón, Antón Chéjov,  Vladimir Nabokov…

 Para escribir, ¿se necesita talento o instrucción?

Con el talento se nace pero hay que alimentarlo a base de trabajo. Hay que tener cualidades pero, a su vez, hay que trabajar mucho para ir cogiendo maestría.

  ¿Qué público desea como lector?

No me dirijo solamente a un público adolescente por la temática de mis obras, sino que busco un público de cualquier espectro de edad con algo de capacidad reflexiva.

 ¿Cómo se aficionó al mundillo del cine?

Me encantó la película Los peores años del nuestra vida de David Trueba. Se lo comenté, y éste me invitó a ser figurante en la La buena vida. Ahí es donde conocí a Jonás Trueba, sobrino de David.

 ¿Qué opinión tiene sobre la traducción?

Un buen traductor es buen lector que se da cuenta de todo. A mucha gente le gusta criticar la traducción diciendo que si puede la evita, y se decanta por el texto original, pero la realidad es que si no existiera la traducción no existiría la cultura. El deber de un buen traductor es ajustarse lo máximo posible al texto original, tener fidelidad, y no embellecerlo nunca aunque uno sienta tentaciones. Aunque es la que pagan peor, admiro la traducción literaria.

.¿Se puede vivir de la literatura  decentemente en este país sin ser una gran estrella con mucho tirón en sus ventas?

 

En mi caso si que vivo de ella, pero además, como ya he resaltado, la completo con trabajos de traducción y también con guiones cinematográficos. Simplemente, hay que tomársela en serio. Para vivir holgadamente recomiendo hacer extras, como participar en suplementos literarios o en columnas periodísticas. Hay que ir metiendo la cabeza poco a poco en el ambiente literario e ir a presentaciones de libros.

 ¿Cómo se ve dentro de diez años?

Espero seguir viviendo de la escritura en una ciudad  de más de medio millón de habitantes. En las ciudades pequeñas la gente no goza de esa intimidad necesaria, incluso utiliza el coche en distancias cortas para no tener que saludarse. En una ciudad encuentras más intimidad, más oferta cultural. No descartaría vivir en una gran ciudad extranjera.

 ¿Cómo ve la escena literaria actual en Aragón?

Con gran optimismo. Actualmente, Aragón goza de buena salud literaria. Estamos en momento de muchos lectores, escritores, editoriales.... Un momento muy bueno, con autores reconocidos como Cristina Grande, Ismael Grasa, Felix Romeo...

 Si no hubiera sido escritor, ¿Qué le hubiera gustado ser?

¡Astronauta! No, es broma. Probablemente, si me hubiera seguido gustando la lectura, me hubiera dedicado a ser profesor de literatura.

 

 

1 comentario

quiqueag -

Las entrevistas no se inventaron para preguntar lo que el entrevistado quiere responder...Todo lo contrario !!!