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El Rincón

VIII CONGRESO NACIONAL DE PERIODISMO DIGITAL DE HUESCA



LA INFORMACIÓN ADAPTADA A LOS NUEVOS SOPORTES DE BOLSILLO, UN FENÓMENO QUE NO DEJA DE CRECER

 

 

Albert Cuesta, director de una web que da consejos para aprovechar mejor los dispositivos móviles (canalpda.com), ha moderado la ponencia del VIII Congreso Digital de Periodismo de Huesca, en la que destaca la creciente importancia de la información en soportes móviles. "El ciudadano cada vez más se informa con los móviles", ha señalado. Durante toda su intervención, Cuesta ha ilustrado al público con una serie de datos que muestran el auge de la "tecnología de bolsillo".

 

Uno de los datos más destacados es que en España hay 45'6 millones de móviles, por lo tanto "estamos ante un fenómeno que es de una importancia capital si sabemos introducir bien la tecnología digital en estas pequeñas pantallas", ha señalado Cuesta.

Entre los invitados al debate ha estado Raúl Guitián, creador de ediciones de bolsillo de elpais.com para PDA y videoconsolas, y actual director de comunicaciones de SPD place. Guitián ha resaltado la creciente necesidad del desarrollo de contenidos específicos para terminales móviles más allá del volcado actual.

Además, ha descrito al tipo de clientes de estos soportes como "On the go", un usuario que está siempre en movimiento y quiere información "puntual y rápida".

"Lo divertido de todo esto es que este mercado también hay que medirlo", ha recalcado el otro invitado al debate, Gustavo Núñez, director general de Nielsen/Netratings España. Núñez ha apuntado con precisión el reto que supone la medición de este mercado móvil, que ha crecido tan rápido en tan poco tiempo, aunque de momento, se encuentran en una primera fase en la que sólo cuantifican el mercado y miden la audiencia en términos numéricos.

Por último, Nuñez ha señalado que la auténtica expansión del fenómeno se producirá cuando las operadoras "se pongan las pilas", acuerden una tarifa plana al igual que hicieron con el Internet convencional y, de esa manera, la gente pierda el miedo al "facturazo".

El AVE, un transporte para la élite; el autobús, remedio de clases populares

El tren de alta velocidad trae a Zaragoza el desequilibrio de clases a la hora de viajar


Hilera de autobuses estacionados en la calle Hernán Cortés, exterior de Agreda

 

“Hoy no hace frío, pero el día que sopla el cierzo es horrible. Todos los inviernos pesco unos catarros de miedo”, se queja Carlos, estudiante de Ingenieria Agrícola en Huesca, un joven que  todas las mañanas coge el autobús con destino a la capital oscense en la calle Hernán Cortés. Las vendedoras de billetes le explican, una y otra vez, que es por problemas de espacio en cocheras por lo que salen desde la calle. Hoy son las 11 de la mañana, cocheras está vacío y, sin embargo, hay tres autocares que esperan en el exterior entorpeciendo la circulación.

  

 La llegada del tren de alta velocidad (AVE) a Zaragoza ha provocado que las diferencias socioeconómicas del usuario, tanto de la  estación ferroviaria de Delicias como de la estación de autocares de Agreda, se agranden cada vez más. Los precios de los billetes de tren en comparación con los de autobús han determinado que se puedan establecer dos tipos de cliente muy diferenciados entre una estación y otra.

  

En Delicias observamos gente pudiente, y hombres de negocios cuyas empresas velan por sus gastos; en Agreda predominan inmigrantes, universitarios y personas mayores con pocos recursos.

Carlos es uno más de los muchos estudiantes que no puede disfrutar de las ventajas que ofrece el AVE, ni de  la comodidad de su nueva estación, porque gobierno y RENFE no llegan a un acuerdo para una bajada de los precios. “No hay ningún interés para que mucha más gente, y no sólo gente con dinero, pueda ir en el AVE”, aclara Carlos.



   La estación del AVE Delicias, un referente de la arquitectura moderna en Zaragoza

Zaragoza es una ciudad de contrastes: cuenta con una estación nueva, inaugurada el 10 de octubre de 2003, ganadora del premio Watford, uno de los más  prestigiosos en arquitectura ferroviaria.

  

Por otro lado, tiene siete estaciones de autobuses diseminadas por todo el centro urbano; allá donde vayas, primero te has de informar a cual de ellas acudir. La mayor parte de ellas en un estado de deterioro lamentable.

  

 La de Agreda es la que más usuarios recibe a lo largo del día. Aparte de Huesca, también salen autobuses para Madrid y Barcelona.

 Las desigualdades en aspectos sociales se han incrementado  como consecuencia de la diferencia entre los precios de un medio de transporte y de otro.

  

 En Delicias, si uno quiere viajar a Madrid, hay 16 salidas diarias; 44 euros el Altaria en clase preferente y, si uno se lo puede permitir, 75 euros en clase “Club”.

 

Como ejemplo, si una familia de cuatro miembros quisiera ir a Madrid, entre ida y vuelta se gastaría la friolera de 331 euros en clase popular. Una cantidad prohibitiva para gran parte de la sociedad española.

Sólo un tren económico al día

La información al cliente es todo amabilidad; están completamente informatizados, y cuando te acercas al mostrador tienes la posibilidad de un folletín para cada destino.

Hay cuatro operarios, un servicio personalizado y competente. Le pregunto a uno de ellos si existe la posiblidad de hacer un viaje en tren más económico a Madrid. “Hay un servicio diario -me explica-  de un tren regional, de media distancia, que sale a las 17:25 y llega a las 20:55”.             

 

Tres horas y media de viaje repartidas en siete paradas. Todo eso por 21’15 euros, “estamos que los tiramos”, apostilla con sorna el operario de información. Es la única solución para un viajero no muy adinerado, que quiera viajar en tren y gozar de las comodidades de la estación.

  

El mayor problema que un usuario de Delicias puede encontrarse es la espera de  diez o veinte minutos para coger un taxi, pero eso es un problema de comunicaciones terrestres.”No es rentable la espera que hacen muchos taxis aquí, por eso en momentos puntuales de mucha demanda fallan”, argumenta  un taxista.


Fila para coger un taxi en la estación de Delicias. La espera suele rondar entre los 10 y los 20 minutos

  

La estación de Agreda es otro mundo. Nada más entrar, un olor a sudor te ataca las entrañas; las paredes están llenas de “graffitis”; hay grietas en los techos; y, para colmo de males, los aseos están  sucios. Es un sitio  dejado de la mano de dios, a la espera de la inauguración de una estación centralizada que unifique las siete terminales, un acontecimiento que está previsto para la primavera de este año. Debe de ser por eso que no se restaura nada y  todo permanece en una situación de abandono preocupante.

   

Los precios son más asequibles: “El viaje a Madrid son 12’87, si se coge ida y vuelta te sale por un 10% más barato”, nos informa una operaria saturada de trabajo, ya que resuelve al mismo tiempo las dudas de los ahí presentes y las de la gente que le llama, una y otra vez, por teléfono. La informática apenas ha llegado a Agreda, los paneles informativos no son electrónicos sino intercambiables de material plástico, y uno tiene que ser muy avispado para saber que existe la posibilidad de sacar billetes por Internet, ya que ahí no existe el menor indicio de que las compañías autobuseras ofrezcan esa posibilidad.

“Esperemos que para el 2008 se pongan las pilas los que se las tienen que poner y pongan solución a estos desequilibrios. Con una estación compartida de trenes y autobuses, estas desigualdades puede que se maquillen un poco, y de esa manera, no permitan que el viaje en autobús se convierta en algo marginal”, concluye Carlos.

Las obras del Pabellón Puente reciben la visita de su arquitecta (16-02-2007)

Zaha Hadid vino ayer a Zaragoza a supervisar el montaje de su obra para la Exposición Internacional de 2008

El alcalde Juan Alberto Belloch conversa con la arquitecta Zaha Hadid; de fondo, los cimientos del futuro Pabellón Puente


“El diseño ha sido un gran reto, y el resultado final conjugará el recurso del agua con la ecología y el entorno” aseguró Hadid.

Tras dos horas de retraso sobre el horario previsto, la creadora del Pabellón Puente declaró que todas sus obras son un “gran reto” pero  que ésta  “ha sido uno de los más ambiciosos por su enclave”.

     

Se trata de uno de los recintos temáticos de Expo Zaragoza 2008, que albergará una muestra propia llamada “Agua, recuso único”. Ésta se centrará, los tres meses que dure, en las buenas prácticas en gestión del agua a través de tres espacios expositivos vinculados a la unicidad del agua, crisis, gobernabilidad, y la importancia de ésta como derecho humano.

    

Las obras se llevan a cabo entre el puente del Tercer Milenio y la ronda del Rabal, y su característica destacada es, según Hadid, “que será el único puente habitable en España, y uno de los pocos que hay en el mundo”.

     

La anglo-iraquí pronosticó “un elevado número de visitantes ya que será la entrada principal a la Expo”. El Pabellón Puente unirá la estación Intermodal de Delicias con el meandro de Ranillas, de ahí que se espere una gran afluencia de visitantes.

     

En cuanto al tema de sostenibilidad, “se han respetado en todo momento los desniveles del río, su trazado y su ecología. El resulta final conjugará  a la perfección el agua, la ecología y el entorno”, manifestó Hadid.

     

Sobre el diseño destacó su gran imaginación, “el puente es de acero, curvilíneo, con cuatro cascarones en forma de gladiolo recubierto por unas barras que recrean el esqueleto de una ballena”, y su contextualización “sin costuras con el resto del entorno del río”.

Un “icono “que “llegará a tiempo”

En esa misma línea se manifestó el comisario de la muestra internacional, Emilio Fernández Castaño: “Es un proyecto que se convertirá en un icono de la Expo y de la ciudad. Responde a las ambiciones con un lenguaje de vanguardia”.

Por su parte, el director de Obra de Expo 2008, Eduardo Ruiz de Temiño, comentó que la obra tiene acabada la parte de cimentación, "las piezas ya están montadas y están listas para ensamblarlas en la margen izquierda". Además, el director de Obra dio su garantía de que el Pabellón Puente "llegará a tiempo" para la celebración de la Muestra.

    

El representante del Gobierno de Aragón, Miguel Ariño, dio la enhorabuena a la arquitecta y a todo su equipo por el proyecto del Pabellón Puente y le dijo que "aparte de tener un puente en Aragón, también tendrás una casa".

   

La arquitecta, proclive al diseño de puentes, contó con el apoyo de la ingeniería inglesa Ove Arup. Su equipo, compuesto por prestigiosos arquitectos, cuenta en su haber grandes obras, entre ellas el Centro de Arte Contemporáneo en Cincinnati. Su propuesta fue elegida entre los 41 proyectos que se presentaron al concurso por su significado acercamiento al mundo del agua y su entorno.

 Una de las características técnicas de esta obra de ingeniería de diseño radica en el anclaje de la infraestructura. En España no hay ningún otro edificio cuyos pilotes centrales alcancen tanta profundidad como la del Pabellón Puente: 72,5 metros de hondura.

Una arquitecta con aires de grandeza

Zaha Hadid en su comparecencia ante los medios zaragozanos

"Dos horas de retraso para apenas decir nada", se quejaba una compañera de un medio gráfico tras la rueda de prensa de Zaha. Y es que el comportamiento informal y caprichoso de la anglo-iraquí, en plan estrella de Hollywood, está haciendo correr ríos de tinta.

El día anterior ya  la montó en Sevilla, lugar donde le había sido encomendada la nueva biblioteca de la Universidad; ahí hubo visita relámpago, otras dos horas de retraso y nueve minutos de conferencia fantasma, como la llamó el diario ABC.

Aquí, Zaha estuvo acompañada en todo momento por una cohorte de arquitectos de su estudio, que más de una vez tuvieron que dar la cara por ella, sobre todo, en preguntas referidas a desfases y conocimientos técnicos.  

La “diva” no estuvo nada participativa ni mostró curiosidad por ningún aspecto de la Exposición. Hay que recordar que es su primer viaje a Zaragoza, y que es la creadora de una de las obras que serán un referente para la posteridad de esta ciudad. Y si se trataba de un viaje para la foto y el autobombo, tanto por parte de los organizadores de Expozaragoza 2008 como de ella, no hubiera venido mal mostrar algo de interés.

Su máxima preocupación fue una llamada que hizo su equipo técnico para ver que tipo de calzado podía ponerse para andar por el  meandro. Así evitaría estropear unos zapatos de Prada que luciría coqueta en su comparecencia posterior.

Todos los gastos corrían a cargo de la organización y el comportamiento, propio del star-system, prosiguió durante el resto de su visita:

La anglo-iraqui mandó  reservar una habitación en el hotel Palafox para descansar, si fuera necesario, durante su viaje. No lo fue, y la habitación quedó vacante y pagada. Disfrutó de una comida en el restaurante Guetaria, donde dicen que no probó el alcohol sino que se decantó por la Coca Cola Diet, cosas de la modernidad. Sin embargo, la arquitecta no respetó la dieta en la comida, y dio buena cuenta de ello con el jamón de Teruel, las berenjenas y el foie que compartió con su séquito.

Todo esto no quita para que Zaha Hadid sea considerada una de las más grandes en su mundillo. Es la única mujer con el premio Pritzker, un equivalente al premio Nobel en arquitectura. Muchas veces, la humildad está reñida con el éxito, a menudo se encargan de recordárnoslo personajes tan “glamourosos”.

MARIA ANTOINETTE (2006)

Dirección: Sofía Coppola.

Intérpretes: Kirsten Dunst, Jason Schwarzman, Marianne Faithfull, Steve Coogan.




"Si las masas no tienen pan, pues que coman pasteles"

Maria Antoinette de Sofia Coppola ahonda, al igual que en sus dos películas anteriores, en los problemas de incomprensión o adaptación de la protagonista ante un mundo represivo:

  Ya en  Las Vírgenes Suicidas, las hermanas adolescentes Lisbon, entran en conflicto con una atmósfera opresiva católica que les impide realizar sus anhelos vitales, para acabar, una por una, suicidándose; en Lost in Translation, Charlotte, una mujer joven casada en viaje de negocios por Japón, se muestra completamente descolocada en esa extraña tierra en la cual termina buscando nuevas vías para salir a flote; y por último, la vida de María Antonieta, extrovertida jovencita cuyas ansias vitalistas chocan con la rigidez impuesta de ser la futura reina de Francia. Versalles es, en este caso, quien le cierra cualquier realidad externa, por lo que  acaba refugiada en un universo hedonista sin límite para el capricho.

Por lo tanto se deduce que la mujer, en las obras de Coppola, está inserta en un mundo que le utiliza, exprime y saca jugo, pero éste, a su vez, no sabe como valorarla o entenderla. En el lado contario, los hombres que circulan suelen ser sexualmente pasivos y tristones. No hay más que recordar al apocado Luis XVI en esta obra, o remontarnos al Bill Murray de Lost in Translation.

  La interpretación de los personajes encaja perfectamente en este sentido. Kirsten Dunst da la talla de manera sobresaliente presentándonos a una reina ingenua, cariñosa y simpática,  desbordada por el destino que le produce la costosa misión de dar a Francia un heredero. La replica la da su marido, un pusilánime y hermético Luis XVI, interpretado excelentemente por Jason Swatzman.

  En cuanto a la ambientación de la obra –es el período en que se produce la Revolución francesa-, Coppola no menciona ni para bien ni para mal el contexto político. Simplemente se sirve de él para mostrarnos un ejercicio de estilo, por lo que no escatima detalles a la hora de presentarnos el lujo: nos muestra con gran ampulosidad los vestidos, peinados y maquillajes de la época.  La película que se cuenta, si no es por esos detalles de exhibición temporal, podría haber sido perfectamente la de una adolescente caprichosa del siglo XXI ambientada en Beverly Hills. “Se ve todo desde el punto de vista del mundo contemporáneo”, asegura la directora.

  El ejercicio de estilo al que se reduce la obra tiene, pues, un poso onírico; viñetas de factura videoclipera con tendencia a una contemplación más vacua que reflexiva, que gustara a un espectador que busque una gradación afectada, íntima y poética. Generalmente, el tipo de público al que van dirigidas las obras de Coppola hija suelen ser intelectuales algo snobs.

  Otra de las razones por las que puede gustar, o no, es por su arriesgada banda sonora. El crítico de El País, Javier Ocaña la ha catalogado de “una compleja sinfonía pop”. Y es que, hay que decir que Sofía Coppola es una gran consumidora de música y en esta obra convierte la banda sonora en una eficaz arma narrativa con un sello muy personal. En ella se combinan piezas clásicas con música de grupos de referencia electrónica como Air y Aphex Twin, o de bandas  indies como The Strokes y The Cure. El resultado final, aparte de anacrónico, es cuanto menos llamativo.

  Una de las escenas más destacables en ese sentido es cuando se produce la fiesta de máscaras al son del Hong Kong Garden de Siouxie & the Banshees, banda post-punk con tintes góticos.

  En resumen, una película apta para aquellos que se recreen en la contemplación poética que hace Coppola de su visión personal sobre Maria Antonieta, otro personaje con ganas de libertad que choca contra el mundo.

 

ENTREVISTA A DANIEL GASCÓN

"La literatura me ayuda a entender las razones de los demás"




Daniel Gascón (Zaragoza, 1981)  es un joven escritor
 con inquietudes en el ámbito de la traducción y del guión cinematográfico. Curtido desde muy pequeño en el mundo de la literatura –su padre es un reconocido escritor-, acaba de ser publicado su segundo libro de relatos, Fumador Pasivo (Xordica, 2006). En los cuentos de dicha obra  explora las relaciones de amor que se viven en la adolescencia, ambientados generalmente, en facultades universitarias, y relatados con gran naturalidad y soltura. Son narraciones llenas de experiencias propias ficcionalizadas. Entre sus proyectos inmediatos destacan la realización de su primera novela; la traducción del inglés de una biografía de Antón Chéjov, y un guión de la mano de Jonás Trueba.

 

¿Cómo lleva lo de ser hijo de escritor?,

 

En mi familia se respiraba literatura por todas partes y, quieras o no, eso condiciona a la hora de formarse. Mi relación con las letras se convirtió en  algo normal; algo a lo que uno recurría en sus horas libres. Mi padre es a la vez mi primer crítico y consejero, tiene unos gustos muy abiertos, y en sus aproximaciones a mis textos no intenta corregir para que cambie mi estilo, sino que lo intenta a la manera de un crítico para que trate de mejorar el mío propio.

Cuéntenos como se desarrolla su vocación.

Empecé en mi adolescencia escribiendo novelas de aventuras muy largas, ambientadas en épocas indeterminadas que nunca terminaba. Más adelante tuve una época de cinefilia intensa. Finalmente me decanté por los relatos, porque eran un terreno mucho más personal con plenos derechos para hacer y deshacer. Los guiones de cine me encantaban, pero en ellos, uno no es tan libre, ya que en su elaboración participa mucha gente y la obra se va desapegando de uno mismo.

  ¿Cuál fue el detonante para que con tan sólo 20 años se publicara su primer libro de relatos, La edad del pavo (Xordica, 2001)?

Mis obras se basan en experiencias vitales; en su hilo argumental intercalo personas que yo conozco y  a las que doy voz. La necesidad de contar historias sobre cosas que he vivido me impulsa a  hablar de la adolescencia. Sus vivencias y sus vaivenes son tan caprichosos que hacen que me motiven a convertirlo en eje central de mis relatos. Podemos decir que la literatura me ayuda a entender las razones de los demás.

 

A la hora de publicar su primera obra, ¿tuvo muchas dificultades?

 

Conocía el ambiente literario, y le mandé el manuscrito de “La edad del pavo” a Chusé Raúl Usón, fundador y propietario de la editorial Xordica. Le gustó y me lo publicó. A raíz de eso, con mi segunda obra tuve más facilidad. No se puede hablar de favoritismo, ya que Xordica es una editorial con mucho criterio, y nunca les ha temblado la mano a la hora de rechazar obras de escritores mucho más consagrados.

 

¿Nunca pensó en acudir a una editorial nacional?

 Es un proceso mucho menos rápido y más complicado. Además, tampoco influye para que la obra tenga  más eco y más lectores. Me muevo en un ámbito que se basa en el boca a boca. 

Obras que le han marcado a la hora de escribir. 

En mi primera etapa comencé con Rudyard Kypling,  R. L. Stevenson, G. G. Márquez; de este último no entendía nada en aquella época  pero me fue enganchando con el tiempo. El guardián entre el centeno de J.D. Salinger, me marcó especialmente por el momento en que lo leí: me hallaba en mi pueblo en estado febril; también Coetzee, Philiph Roth, y, generalmente, obras de iniciación y de relaciones entre adolescentes. 

Háblenos de sus proyectos futuros. 

Estoy preparando con Jonás Trueba el guión para un largometraje, a la vez  que traduzco una biografía de Chejov  y, por último,  estoy comenzando mi primera novela. 

¿Podría adelantarnos algo de ella? 

En esta ocasión prefiero ser supersticioso y optaré por no hablar nada de mi novela.

¿Influye que usted sea traductor en su estilo literario?

 

Entender la sintaxis de las oraciones me ayuda a jugar con las construcciones. Siempre me han gustado los idioma, y no creo que me empobrezca el estilo o que cometa fallos en el orden de las palabras como les pasa a otros.

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Sus obras tienen poca retórica y ornato, ¿prefiere el lenguaje del cine o el de la novela?

Me quedo con la novela. En ella, uno toma todas las decisiones; en el guión cinematográfico, este aspecto  escapa de mi control al tener que participar más personas en su elaboración. Me encanta tener una buena voz narrativa; que se le pueda dar un tono, algo parecido a una canción.

 Autores que admires.

Saul Bellow, Martínez. de Pisón, Antón Chéjov,  Vladimir Nabokov…

 Para escribir, ¿se necesita talento o instrucción?

Con el talento se nace pero hay que alimentarlo a base de trabajo. Hay que tener cualidades pero, a su vez, hay que trabajar mucho para ir cogiendo maestría.

  ¿Qué público desea como lector?

No me dirijo solamente a un público adolescente por la temática de mis obras, sino que busco un público de cualquier espectro de edad con algo de capacidad reflexiva.

 ¿Cómo se aficionó al mundillo del cine?

Me encantó la película Los peores años del nuestra vida de David Trueba. Se lo comenté, y éste me invitó a ser figurante en la La buena vida. Ahí es donde conocí a Jonás Trueba, sobrino de David.

 ¿Qué opinión tiene sobre la traducción?

Un buen traductor es buen lector que se da cuenta de todo. A mucha gente le gusta criticar la traducción diciendo que si puede la evita, y se decanta por el texto original, pero la realidad es que si no existiera la traducción no existiría la cultura. El deber de un buen traductor es ajustarse lo máximo posible al texto original, tener fidelidad, y no embellecerlo nunca aunque uno sienta tentaciones. Aunque es la que pagan peor, admiro la traducción literaria.

.¿Se puede vivir de la literatura  decentemente en este país sin ser una gran estrella con mucho tirón en sus ventas?

 

En mi caso si que vivo de ella, pero además, como ya he resaltado, la completo con trabajos de traducción y también con guiones cinematográficos. Simplemente, hay que tomársela en serio. Para vivir holgadamente recomiendo hacer extras, como participar en suplementos literarios o en columnas periodísticas. Hay que ir metiendo la cabeza poco a poco en el ambiente literario e ir a presentaciones de libros.

 ¿Cómo se ve dentro de diez años?

Espero seguir viviendo de la escritura en una ciudad  de más de medio millón de habitantes. En las ciudades pequeñas la gente no goza de esa intimidad necesaria, incluso utiliza el coche en distancias cortas para no tener que saludarse. En una ciudad encuentras más intimidad, más oferta cultural. No descartaría vivir en una gran ciudad extranjera.

 ¿Cómo ve la escena literaria actual en Aragón?

Con gran optimismo. Actualmente, Aragón goza de buena salud literaria. Estamos en momento de muchos lectores, escritores, editoriales.... Un momento muy bueno, con autores reconocidos como Cristina Grande, Ismael Grasa, Felix Romeo...

 Si no hubiera sido escritor, ¿Qué le hubiera gustado ser?

¡Astronauta! No, es broma. Probablemente, si me hubiera seguido gustando la lectura, me hubiera dedicado a ser profesor de literatura.

 

 

Ponche de ácido lisérgico de TOM WOLFE (EDITORIAL ANAGRAMA, S.A. 2006)

Dicen que si uno recuerda los sesenta es porque no los vivió. Pero, afortunadamente, Tom Wolfe (Richmond, Virginia, 1931) estuvo ahí, libreta en mano, para relatar las aventuras y desventuras del revolucionador psicodélico Ken Kesey y su séquito de Alegres Bromistas.

Kesey fue uno de los personajes míticos del underground de la época; un beatnik que en 1960 ya había publicado una novela de culto, Alguien volo sobre el nido del cuco. Dicha obra reflejaba las experiencias de su época universitaria en las que se ofreció como voluntario para experimentos con drogas psicodélicas. Era la época en que los psiquiatras californianos ensayaban con las nuevas drogas para lograr resultados de euforia con sus tropas en la guerra de Vietnam.



Ken Kesey, 1967


En Ponche de ácido lisérgico asistimos a la conversión de Kesey, que pasa de ser un respetable escritor de éxito a transformarse en un entusiasta del LSD; un líder mesiánico de una cuadrilla de seguidores autodenominada los Alegres Bromistas, con la que compartía devoción por el sexo libre, las comunas y los alucinógenos.

 Somos testigos de sus vaivenes por los EEUU, de costa a costa, a bordo del famoso autobús escolar apodado Further (Más allá), decorado con pinturas fosforescentes que recreaban una atmósfera alucinógena, como si al famoso pintor flamenco El Bosco le hubiera dado por pintar graffitis.

Neal Cassady, el anfetamínico protagonista de la obra En el camino (1957) de Jack Kerouac, era siempre el encargado, a modo de guía turístico hasta arriba de speed, de su conducción por la tierra del Tío Sam. Dichas excursiones psicotrópicas acabarían convirtiendo al autobús en un símbolo de referencia del movimiento Hippy.

 

 “O se está dentro del autobús o se está fuera de él”, esa era una de las máximas de Kesey para señalar la importancia de esos viajes. Su principal misión era llamar  la atención de los ciudadanos en las grandes ciudades; se les quería hacer ver que había todo un mundo por descubrir; que la humanidad hacía un uso muy limitado de su actividad cerebral y que otro estilo de vida mucho más solidaria y feliz era posible

La ideología calará con fuerza en lugares emblemáticos como la prestigiosa universidad de Berkeley que hará que se extienda como la pólvora, se produzca un efecto bola de nieve y se agigante hasta convertirse en un fenómeno de masas. Algo que podríamos denominar como contracultura pop.


El Further, el autobús de los tripis

 “Todos nosotros tenemos gran parte de nuestra mente cerrada hacia el exterior. Estamos cerrados a nuestro propio mundo.  Y estas drogas parecen ser la llave de las puertas que nos cierran”, proclamaría Kesey.  

De este modo, sin abandonar nunca el tono de apertura mental, Wolfe describe con maestría las Pruebas de Ácido: grandes eventos de experimentación con las drogas lisérgicas donde se reunían  miles de jóvenes. Desde nuestra perspectiva actual, el fenómeno se puede considerar como un  preludio de lo que sería la cultura del éxtasis y las raves dos décadas después.

Todo un retrato de  una época en que el LSD todavía no había sido ilegalizado; una época en la que la juventud, animada por estas invitaciones expandidoras de la psique, comienza a darle a las drogas un uso  recreativo que tiene su punto álgido en el llamado Verano del Amor, evento realizado en el distrito Haight-Ashbury de San Francisco, donde miles de jóvenes, que compartían la filosofía de estar dentro del autobús, se desataban libremente en frenesí a merced de una experiencia social nueva.

A través de los diversos pasajes aprendemos quienes fueron los Grateful Dead, pioneros del Rock Psicodélico, anteriores a Janice Joplin Jefferson Airplane y los festivales Woodstock; describe el colocón que supuso la asistencia de los Bromistas a  un concierto de los Beatles en San Francisco; la  habilidad para acercarse a los temidos Ángeles del Infierno, grupo extremadamente violento con el que lograron empatizar…

Con esta obra, Wolfe escribió uno de los pilares básicos de lo que se denominó el Nuevo Periodismo; término que él mismo acuñó para resaltar la originalidad de este tipo de obras que mezclaban la precisión periodística y el lirismo novelesco. Género rompedor que se extendió a gran velocidad, y que también cultivaron ilustres como el periodista gonzo Hunter S. Thompson y Truman Capote.

Aparte de su originalidad, otro de los aspectos más importantes es que Wolfe se convierte con esta forma de narrar los hechos reales en el auténtico portavoz de la contracultura. “Fue para el movimiento hippy lo mismo que ‘Los Ejércitos de la noche’ (1967) de Norman Mailer lo sería para el movimiento protesta por la guerra de Vietnam”, señalaría C.D.B. Bryan, crítico literario del New York Times.

 El estilo de la obra es ágil y en ocasiones desmadejado con párrafos entrecortados llenos de puntos suspensivos, concuerda con el carácter en muchas ocasiones paranoico de los personajes que desfilan ante nuestros ojos. El trazado de su perfil es tan logrado, que consigue que nos sintamos como un personaje más del autobús testigo de todo lo que está sucediendo.

La recreación de la realidad subjetiva de los protagonistas es ocasionalmente interrumpida por la inclusión de un narrador en primera persona impersonal y objetivo en una curiosa mezcla. Esta infrecuente primera persona cambiante crea los fundamentos dinámicos entre el subjetivismo y el periodismo en esta novela, otro de los factores más interesantes que ofrece. La constante reincidiencia en la descripción de viajes lisérgicos acaba convirtiéndose en algo cansino dada la longitud de la obra, casi 450 páginas.

El autor acaba transformándose en un auténtico mediador entre la cultura del ácido y el mundo exterior de la misma forma que actúa como intermediario entre el periodismo y la literatura.

Los cimientos del zócalo de la Torre del Agua comienzan a tener forma

La Torre del Agua, como el resto de edificios de la Expo, poco a poco va tomando cuerpo. Por el momento, en la fotografía observamos los cimientos del zócalo, lugar donde se erigirá la mencionada torre.

El diseño arquitectónico corre a cargo del experimentado Enrique De Teresa (Valladolid, 1949), que ya participó junto a Rafael Moneo en la realización Museo de la Ciencia de Valladolid y en la ordenación del Castillo de Fuensaldaña para sede de las Cortes de Castilla y León.

 La planta zócalo tendrá forma poligonal, como de gota de agua, y será uno de los pabellones temáticos junto al Acuario y el Pabellón Puente. Se trata de una planta expositiva que albergará la exposición “Agua para la vida”. En ella se nos destacará el agua como elemento de vital importancia y señalará la dependencia que el planeta tiene sobre ella.

El pabellón se desarrollará en altura al añadírsele una torre acristalada y transparente de unos 73 metros, que posibilitará la observación panorámica del lado oriental de la ciudad. Su verticalidad romperá la monotonía horizontal del resto del recinto de la Expo. Este cuerpo de vidrio en su exterior “busca una percepción singular, dinámica y diversa desde distintos puntos de vista”, aseguró en su última entrevista De Teresa.

Por otra parte, el interior imitará la suspensión propia de un medio acuoso y fluido. El desplazamiento interno de los visitantes se realizará por medio de rampas mecánicas ascendentes y descendentes con un recorrido marcado. “Queremos que la Torre del Agua sea tomada como un referente urbano de esta ciudad”, señaló el célebre arquitecto.

ENTREVISTA AL COCINERO DANIEL HIGUERAS

"Zaragoza es una plaza muy tradicional en cuanto a gastronomía se refiere"



 

A pesar de su juventud, 33 años, Daniel Higueras es un representante de los mejores espadas de los fogones aragoneses. Todo un artista con una gran proyección de futuro. Formado en la escuela culinaria valenciana bajo la tutela del maestro Oscar Torrijos, uno de los más grandes en la capital del Turia, el cual le transmitió profesionalidad y creatividad a partes iguales. Higueras ha quedado finalista en el II Concurso Nacional de Tapas de Valladolid en 2006. Por otro lado, acaba de ser nombrado jefe de cocina del restaurante la Tertulia Taurina.

¿Cómo definiría su cocina?

Una cocina de mercado; una cocina donde el cliente pueda comer cada día, a la que trato de dar pinceladas creativas de autor.

Un buen cocinero ¿nace o se hace?

Lo primero es que te tiene que gustar mucho. De nada sirve aprender en escuelas un montón de años si realmente no te gusta el mundillo. A partir de esa premisa, la vocación hay que curtirla aprendiendo en todo momento.

¿No choca su manera creativa de entender la cocina en un ambiente taurino como en el que trabaja, tan tradicional y tan poco dado a las florituras vanguardistas?

Por supuesto que choca. Además, Zaragoza es una plaza muy tradicional en cuanto a gastronomía se refiere. Así que poco a poco, sin hacer una gran revolución, intento coger los platos tradicionales de toda la vida y reelaborarlos introduciendo matices con un estilo más moderno y personal.

Ahora que está de jefe de cocina se supone que tendrá más facilidad para ello.

Pues sí, la verdad es que ahora disfrutaré de mayor facilidad para experimentar pero, ya te digo, sin hacer cambios muy bruscos; que los nuevos platos vayan calando, poco a poco entre los aficionados taurinos y entre los gourmets zaragozanos en general.

Se ha curtido a mitad de camino entre Valencia y Aragón. Es conocedor de las peculiaridades regionales. A su criterio, ¿Cuál es la mejor cocina de España?

Es compleja la respuesta. Yo diría que cualquier región que tenga, a la vez, mar, huerta y monte. De ahí que las cocinas del País Vasco y de Cataluña sean tan excelentes y estén dando tanta categoría a la cocina española.

¿Y del Mundo?

Para mí en estos momentos la cocina española; que no le tiene nada que envidiar a la francesa y en muchos aspectos es superior a ella: es sana, homogénea y puedes comer bien en cualquier sitio a un precio razonable.

Sus ídolos son…

En cocina tradicional me quedo con José María Arzak; en cuanto a la vanguardista me quedo con Sergi Arola; lo de Ferrá Adriá es inefable, no parece de este planeta.

Hace unos días el cocinero vasco Pedro Subijana se sumaba a la larga lista de cocineros vascos con estrellas en la Guía Michelín. ¿Cree usted que falta calidad en los cocineros aragoneses para que sean tan pocos los elegidos en la guía de referencia?

No falta calidad en absoluto. Tenemos grandes artistas como Carmelo Bosque del restaurante Lillas Pastia en Huesca que despunta en el panorama nacional e internacional. Pero en conjunto, nos falta arriesgarnos más; utilizar la magnífica materia prima que tenemos para buscar nuevos platos. Nos falta un punto de atrevimiento.

Propónganos un buen restaurante, que no sea el suyo, para disfrutar de una gran comida en Zaragoza.

Un buen sitio podría ser la Granada, por la elegancia y textura de sus platos; por su profesionalidad y porque tienen unos precios competentes y no desorbitados.

¿Qué le parece que Sanidad haya prohibido servir pescado crudo sin haber estado congelado previamente durante 24 horas debido a la incidencia del parásito anisakis?

Congelar las anchoas, el salmón y todo tipo de ahumados que se sirven crudos es un error, pues pierden la mayor parte de textura y sabor. Con leyes como la del anisakis se está creando una alarma innecesaria en la gente que acabará repercutiendo en diversos sectores. Lo que hay que procurar es que el pescado que se va a servir sea fresco y reúna un máximo de calidad e higiene.

Una carne favorita.

La pluma ibérica. Es la parte anterior del lomo y tiene forma triangular. Tiene un sabor exquisito que combina el del solomillo con el de la presa.

Un pescado.

El rodaballo, por su carne suculenta, fina y delicada.

Un vino.

Un Vega Sicilia o cualquier buen Ribera del Duero

Un plato que le apasione hacer o degustar.

Una buena paella de mariscos, y para degustar me pierde cualquier plato con pescado fresco.

Una curiosidad: en su casa, ¿cocina usted o su mujer?

Mi mujer siempre. Yo con vitrocerámica no me las apaño, lo siento.

¿Cómo ve el futuro de la profesión?

Con bastante optimismo. Además tenemos el boom de los cocineros mediáticos, que están haciendo que mucha gente se interese por el sector y las escuelas de hostelerías tengan muchísima demanda. No creo que sea una moda pasajera, si hay algo que ha hecho el hombre durante toda la historia de la humanidad es cocinar y comer; eso es algo que lleva intrínseco.

¿La cocina actual es saludable?

Las cocciones modernas respetan mucho más lo nutricional que las tradicionales.

¿Qué consejos darías los jóvenes que quieran ser cocineros?

Que se lo piensen bien ya que les espera una vida muy dura, aunque si realmente les gusta acabará compensándoles.

Podría ofrecernos una receta barata, simple y sorprendente para gente sin muchos recursos económicos que quiera darse un pequeño placer.

Unas borrajas con sepia y almejas, todo ello acompañado de un crujiente de jamón de Teruel da siempre un resultado excelente.

Para terminar, recomiéndenos un menú para esta Nochevieja.

Como entrante propondría una ensalada de gulas con salmón ahumado a la vinagreta, y de plato fuerte un rape con una salsa de sobrasada y aceituna negra.